Adara Molinero es mucho más que una reina de los reality shows y hay que destacar que en su vida ha tenido que enfrentarse a multitud de situaciones. Una de las más duras la vivió en su infancia, cuando su día a día era un auténtico infierno.
Damos un salto al pasado para recordar los duros episodios que marcaron su vida y que la primera expulsada de ‘Supervivientes All Stars’ no ha logrado superar. ¿Qué fue lo que le ocurrió en el pasado?
En el año 2020, Elena Rodríguez hizo el ‘puente de las emociones’ en ‘Supervivientes’ y sacó a la luz algunos episodios que sus hijos habían tenido que vivir en la infancia por culpa de una expareja suya.
A raíz de su sinceridad, los protagonistas de la historia quisieron sentarse en el programa ‘Sábado Deluxe’ para hablar de ello y se abrieron como nunca. Así vimos a Adara Molinero y a su hermano, Aitor, contar aquello a lo que se habían enfrentado cuando eran niños.
Los hermanos narraron el infierno que vivieron durante siete años con la expareja de su madre, un hombre al que le molestaba que actuaran como los niños que eran y que no dudaba en ponerles duros castigos.
“Le teníamos tantísimo pánico que llegó un momento en el que ni hablábamos ni reíamos para no darle motivos para que nos pegara. Vivíamos auténtico pánico”, declaró la primera expulsada de ‘Supervivientes All Stars’.
“Era una persona muy agresiva, no entendía el comportamiento de los niños y, también, se portaba mal con mi madre. Nos aislábamos, vivíamos cada uno en su mundo”, aseguró la ganadora de ‘GH VIP 7’.
El relato era estremecedor y los invitados del programa de Jorge Javier Vázquez quisieron poner en palabras algunos de los sucesos que habían vivido: “Un día, estábamos riéndonos en la cama y escuchamos por el pasillo cómo venía a pegarnos”, dijo Aitor.
Adara Molinero explicó que, cuando había gente delante, el hombre en cuestión se comportaba de manera diferente: “La actitud era mejor y mostraba su mejor cara. Aún así, nosotros siempre estábamos callados y con miedo”, dijo.
Un auténtico infierno que duró siete años y que se terminó gracias a una mudanza: “Nos cambiamos de casa y ya no lo volvimos a ver”, declaró la hija de Elena Rodríguez, que declaró que, durante el tiempo que duró la relación, su madre estaba “triste continuamente”.