Steisy se sinceró con Rocío Carrasco y Alba Carrillo sobre su dura adolescencia: "Los niños son muy crueles"

Steisy es una mujer de lo más generosa y, a lo largo de su carrera en televisión, nos ha dejado momentos de todo tipo. Nos hemos hartado a reír con ella y, para qué engañarnos, también nos hemos emocionado hasta llorar con algunas de sus historias.

Una de las historias más conmovedoras la contó en el plató de ‘Hable con ellas en Telecinco’, donde se sinceró como nunca sobre su infancia con Sandra Barneda, Rocío Carrasco. Alba Carrillo y el resto de las presentadoras del programa que se emitía allá por 2016.

Retrocedemos seis años para recordar cómo habló de su infancia y adolescencia la ahora concursante de ‘Pesadilla en El Paraíso’. ¿Qué fue lo más duro de su etapa escolar? ¿Por qué sus compañeros eran tan crueles con ella?

Así fue la adolescencia de Patricia Steisy

Fue salir de ‘MyHyV’ y la tronista se convirtió en uno de los rostros más habituales de los platós de la cadena amiga. Fue en el de ‘Hable con ellas en Telecinco’ donde habló como nunca de algunos aspectos desconocidos de su vida.

Aseguró que su familia siempre había sido muy humilde y que, por esa razón, se metían con ella en el colegio: “En la adolescencia, los niños son mas listos, más crueles y grandes”, afirmó la ahora concursante de ‘Pesadilla en El Paraíso’.

“Me decían que llevaba la ropa muy fea, se reían de mí y decían que no tenía padre, cuando, en realidad, él estaba en Mallorca (..) Los niños son muy crueles, no entienden, no son empáticos”, aseguró la extronista.

Steisy afirmó en el programa de Sandra Barneda, Alba Carrillo y Rocío Carrasco que sufrió todo tipo de burlas por parte de sus compañeros por su humilde vestimenta y que ella reaccionaba de manera desmedida: “Cuando se metían conmigo, les pegaba”, declaró.

Uno de los días que la extronista recordó con más cariño fue el de la comunión. Aseguró que su padre le regaló “una play y una televisión” y que para ella fue uno de los mejores regalos de su vida. Además, afirmó que cada miembro de su familia se pagó su plato y que tuvo un convite “como todos los niños normales”.