Una vez más, no ha podido ser. Aunque ha puesto toda la carne en el asador en su conquista por el corazón de Melyssa Pinto, la tronista ha preferido irse de la mano de Tom. Una escena muy parecida a la que Álex Guijo vivió hace seis años, cuando también tuvo que conformarse con la segunda posición después de que Lola Ortiz eligiera marcharse con Ángel Vico.
Si eligiéramos una palabra para definir el trono de Lola Ortiz en 2013 no sería otra que ‘INTENSIDAD’. El reinado de la canaria duró tres meses en los que hubo muchas idas y venidas, tuvo muchos sentimientos por sus dos favoritos y hasta se saltó las normas del programa con ellos.
Aunque fueron muchos los pretendientes que quisieron enamorarla, solo Álex Guijo y Ángel Vico consiguieron hacerse un hueco en la esperada final. Eso sí, antes de la decisión final, la tronista tuvo la oportunidad de disfrutar de 24 horas en un ‘pisito de soltera’ que le había proporcionado ‘MyHyV’ para que tuviera cita con sus dos chicos.
Allí tuvo citas en las que pudo para aclararse un poco más, ya que su cabeza estaba hecha un auténtico lío. En un principio parecía que se iba a marchar de la mano de Ángel Vico, pero sus sentimientos hacia Álex Guijo también eran muy fuertes, por lo que la incertidumbre estaba asegurada hasta el momento en el que Lola Ortiz verbalizara su decisión final.
Álex nos regaló un momento de lo más tierno poco tiempo antes de la elección de la canaria. Decía ponerse “nervioso” cuando tenía que expresar lo que sentía, pero no dudó en asegurar que, aunque él no fuera el elegido, “siempre” lo iba a tener “para un abrazo” para ser su “amigo” o para lo que fuera. Unas palabras que ella recogió con un abrazo de lo más tierno y que correspondió diciéndole que tenía “un sentimiento muy fuerte” por él.
Después de derrumbarse y de que los ojos de Lola se cubrieran por una mezcla de lágrimas y maquillaje, la canaria tomó su decisión. Tras varios mes de reinado, eligió guiarse “por el corazón” y marcharse de la mano de Ángel. Un final que Álex Guijo aceptó con deportividad y que celebró dándole un apretón de manos y un abrazo al que había sido su rival. Eso sí, antes de marcharse por la puerta, quiso darle una advertencia: “Cuídala, no me hagas ir a Benidorm a buscarte”.