Debutaban en la Eurocopa los otros dos conjuntos que serán rivales de España en el Grupo E, Polonia contra Eslovaquia. Un duelo físico y en el que las acciones individuales tuvieron más importancia que el juego colectivo en el Estadio de San Petersburgo. Una gran jugada de Mak acabó en el primer tanto del partido anotado en propia meta por el portero polaco Szczęsny, al comienzo de la segunda parte empataría Polonia con gol de Linetty y finalmente, Milan Škriniar le daba la victoria a Eslovaquia.
Ambas selecciones se tantearon en los primeros minutos, el bloque defensivo de Eslovaquia no quería la pelota y Polonia jugaba con el balón buscando a su estrella para que creara peligro en el área rival, pero no había hueco suficiente para que Lewandowski demostrara su clase. Poco a poco el equipo eslovaco entrenado por Štefan Tarkovič comenzó a crear peligro, Duda probó fortuna pero su disparo salió pegado al palo.
Minutos después en el 17 de la primera parte, Mak en lo que parecía una jugada sin peligro creaba el primer gol del partido. El eslovaco arrancaba desde la banda izquierda, pegado a la línea de cal, con mucha habilidad regateaba a dos defensores polacos y cuando entraba en el área para realizar un disparo con mucha potencia. El balón daba en el palo, con la fortuna que el rebote golpeaba a Szczesny y acababa en el fondo de la red.
Como dato, este gol se convertía en histórico ya que ha sido el primer tanto anotado en propia puerta por un portero en todas las ediciones de la Eurocopa. Eslovaquia mucho más cómoda con el marcador a favor, esperaba en bloque y cuando robaba la pelota creaba peligro al contraataque. En cambio, el equipo entrenado por el portugués Paulo Sousa no encontraba la llave para abrir la defensa eslovaca. El juego se volvió más duro y hubo dos amarillas, una para cada equipo, Hubočan y el polaco Krychowiak fueron los amonestados.
En el minuto 25, Polonia protestó un posible penalti que el árbitro no pitó y el VAR le dio la razón. La oportunidad más clara de la primera parte para el equipo local, la tuvo Lewandowski en el 42 tras un gran control en el área pero su disparo salió desviado y no vio portería. Llegó el descanso con Polonia dominando en la posesión con cerca del 60% pero por debajo en el marcador y los mismos tiros a puerta que Eslovaquia, cuatro ambas selecciones.
El seleccionador portugués, debió dar una charla magistral a los jugadores polacos en el descanso, porque salieron con una marcha más en la segunda parte, nada más sacar de centro de campo, Polonia organizó una jugada con el balón para empatar el encuentro en el minuto 46. Una rápida combinación donde Rybus le da el pase de la muerte para que Linetty culmine con un disparo en el área chica y el balón acaba entrando en la portería de Dubravka.
Parecía que Polonia iba a por el partido después de igualar el marcador pero otra acción individual se convirtió en determinante para el trascurso de partido. Krychowiak pisa a un rival y el árbitro no le perdona la segunda amarrilla. Se quedaba con diez jugadores el conjunto polaco y el ex-sevillista se convertía en el primer jugador expulsado en la Eurocopa 2020.
Con la superioridad numérica Eslovaquia empezó a controlar el partido con el balón y ser más ofensivo ante la portería de Polonia. En el minuto 69 el defensa eslovaco, Milan Škriniar anotaba el segundo gol para su equipo. Se adelantaba de nuevo Eslovaquia gracias al tanto del jugador del Inter de Milán, controlaba el balón dentro del área y realizaba un disparo de delantero centro, Szczęsny no pudo hacer nada. Eslovaquia mantuvo su bloque defensivo para lograr llevarse los tres primeros puntos del Grupo E. Polonia se enfrentará a la Selección Española en su siguiente partido.