La Croacia de Luka Modric se jugará el pase a octavos de final en el próximo partido ante Escocia. Los croatas no pasaron del empate (1-1) ante la República Checa en un encuentro donde jugaron más en su propio campo que en el rival.
Las estadísticas y el mapa de calor de Modric habla por si solo. El medio del Real Madrid prácticamente no piso el área rival en los 90 minutos de encuentro.
Modric, que lleva recorridos 18 kilómetros en esta Eurocopa, tiene un 90% de efectividad en pases pero en este último encuentro la posesión en su propio campo gana a la del rival.
La República Checa tomó el mando del partido. Mayor velocidad, más orden. Croacia dio la sensación de no entender el arranque del encuentro. No lograba hacerse con el balón ante un rival con las revoluciones más altas. A pesar de ello los errores e indecisiones del conjunto de Silhavy en la retaguardia provocaban situaciones de peligro y ocasiones para Croacia.
El partido dio un sobresalto pasada la hora de juego. La lucha por un balón aéreo dentro del área croata desembocó en un codazo de Lovren a Patrik Schick que terminó con sangre en su rostro y un aviso del VAR al árbitro español Carlos Del Cerro Grande que comprobó la escena en el monitor y señaló penalti.
Fue el delantero del Bayer Leverkusen el que ejecutó desde los once metros. No falló, puso por delante a la República Checa y elevó a tres los tantos anotados en lo que va de torneo.
Justo a continuación, en un arrebato balcánico, Ante Rebic tuvo el empate. Fue la respuesta croata. Recibió un balón de Josip Brekalo y encaró a Tomas Vaclik pero su disparo fue muy desviado.
Dalic reaccionó y en el intermedio recurrió a dos jugadores del Dinamo Zagreb para intentar enmendar la situación. Luka Ivanusec y Bruno Petkovic saltaron al campo. A los dos minutos de la segunda parte Croacia encontró el empate. Andrej Kramaric sacó rápido una falta hacia Ivan Perisic que se introujo en el área y cruzó la pelota fuera del alcance de Tomas Vaclik. El partido adquirió otro aire.
El duelo se animó. Los checos no renunciaban al triunfo y asumieron la iniciativa a pesar de las necesidades de su rival que también metió una marcha más a su juego.
Nikola Vlasic primero y Bruno Petkovic en el tramo final, desperdiciaron buenas ocasiones para desnivelar el marcador. También amenazó la República Checa que propuso el armisticio que aceptó Croacia. La igualada final deja el futuro abierto para ambas. Los checos, con cuatro puntos, vislumbran unos octavos que Croacia pretende alcanzar en su último partido, contra Escocia.