El partido se jugaba en el Hampden Park de Glasgow con representación española puesto que Del Cerro Grande era el árbitro del encuentro. Croacia estaba obligada a ganar a una República Checa que sorprendió con los dos golazos de Schick ante Escocia. Un equipo muy compacto sin grandes figuras pero con un muy buen fútbol, estaban dominando al conjunto de Luka Modric, cuando en un córner Lovren le da un codazo tremendo a Schick, penalti revisado en el VAR.
El delantero de la República Checa anotó el penalti con la cara cogestionada y sangrando todavía por el golpe. Es el tercer tanto de Schick en esta Eurocopa después de su doblete con Escocia. Con este gol se ponía en cabeza en la lista del máximo goleador del torneo.