La final de la Eurocopa entre Italia e Inglaterra fue un espectáculo dentro del terreno de juego pero por desgracia, fuera del estadio de Wembley. Ninguna de las aficiones supo comportarse. En la previa del encuentro fue la afición inglesa la que mostró conductas lamentables y reprochables en las calles de Londres con peleas, destrucción de mobiliario urbano, lanzamiento de botellas y consumo excesivo de alcohol. Los italianos se esperaron hasta que acabará el partido pero en la celebración de la victoria hubo hasta 15 heridos solo en la ciudad de Milán.

Los aficionados se reunieron en las principales ciudades italianas su selección levantara el trofeo en la tanda de penaltis contra Inglaterra. Pocos de esos aficionados portaban mascarillas o mantenían la distancia social, a pesar de que la obligatoriedad de estas medidas sigue vigente en el país debido a la pandemia. Así, unas 15 personas resultaron heridas en la fiesta celebrada junto a la catedral de Milán, incluidas tres personas de unos 20 años que resultaron gravemente heridas, según los informes. Además, una persona perdió varios dedos después de que le explotara en la mano un fuego artificial.

La UEFA ha condenado "enérgicamente los indignantes insultos racistas" recibidos por dirigidos varios jugadores de Inglaterra en las redes sociales tras la final de la Eurocopa que coronó a Italia como campeona. En la tanda de penaltis que decidió la final europea en Wembley, los ingleses Marcus Rashford, Jadon Sancho y Bukayo Saka fallaron sus respectivos lanzamientos y posteriormente fueron víctimas de diversos insultos en sus redes sociales.

"No hay lugar en el deporte ni en la sociedad para ningún tipo de comportamiento discriminatorio. La UEFA se une a los jugadores y a la petición de la FA inglesa de que se apliquen los castigos más duros posibles a todos los responsables", pidió el organismo a través de un comunicado.

La UEFA añadió que "un comportamiento tan repulsivo va en contra del espíritu de un torneo que, durante las últimas cinco semanas, ha hecho mucho por demostrar el poder del fútbol para servir de puente entre diferentes comunidades y países de toda Europa".

"Estos incidentes no hacen más que reforzar el compromiso de la UEFA en la lucha contra todas las formas de discriminación, especialmente a través de su campaña de concienciación pública Equal Game y de los proyectos de las federaciones nacionales que utilizan la popularidad del fútbol como deporte de masas para educar a las comunidades de toda Europa", finalizó.