Italia quiere volver a reinar, y para ello tienen entre ceja y ceja la Eurocopa 2020. No lo hace desde 1968, cuando ganaron su primer y único torneo a mejor equipo del continente. Tienen, eso sí, cuatro mundiales: muestra de que los italianos son siempre peligrosos en este tipo de competiciones, y nadie puede darlos por vencido hasta que el árbitro no marque el final del encuentro.
La actuación de Italia en la fase clasificatoria para la Euro 2020 ha sido imponente. Han liderado el Grupo J de calle, venciendo los diez partidos disputados, en un cuadro en el que tenían a naciones como Grecia, Finlandia o Bosnia. Todo ello con un balance de 37 goles a favor y solo cuatro en contra, cifras que hablan de la seriedad con la que está trabajada esta selección.
El cuadro italiano suele formar con un 4-3-3, asegurando movilidad y solidez en todas sus líneas. La versatilidad de muchos de sus hombres se aprovecha para tener una amplia presencia en todas las zonas del campo, dificultando así la tarea del equipo contrario.
Sus jugadores referencia se encuentran en la línea de ataque. Lorenzo Insigne y Federico Bernardeschi aportan esa polivalencia de la que se hablaba, con calidad para circular la pelota e incluso para llegar con opciones de rematar a portería con peligro. Todo ello con un eje en el centro del campo que suele estar formado por Tonali y Jorginho, jugador del Chelsea.
La punta de ataque tiene mucho gol. Ciro Immobile está ante una de sus mejores temporadas de su carrera, y quiere seguir con la racha en la Eurocopa. De momento, está en camino de batir todos los registros de la Serie A. Otros atacante al que se le caen los tantos es Andrea Belotti.
Por supuesto, la defensa es una línea que rezuma seguridad. Lo demuestran esos cuatro tantos anotados en diez partidos. Bonucci es el líder de la zaga, y junto a él, tiene a hombres de oficio, como Florenzi o Acerbi.
Son las piezas fundamentales de la escuadra dirigida por Roberto Mancini, un hombre de fútbol, que está plasmando todos sus conocimientos para ofrecernos una de las Italia más consistente de los últimos años. Un juego serio en defensa, como siempre les ha caracterizado, pero con más desparpajo que nunca en ataque, lo que todavía les hace más peligrosos.
No deberían tener muchos problemas para pasar como primeros del Grupo A. Suiza, Turquía y Gales son sus rivales de grupo. Las tres son selecciones bastante inferiores y, aunque en este tipo de torneos cualquiera puede darte un disgusto en una mala tarde, el conjunto italiano tiene talento de sobra como para remontar cualquier situación adversa.
Una Italia que se aleja de su casi inherente catenaccio, y que juega con alegría gracias a los jugadores que tiene de mitad de campo hacia adelante. Una ocasión de oro para llegar a las rondas finales, y volver a levantar un trofeo que no acarician desde hace más de cuarenta años.