Teresa, la mujer del sargento Delgado, recibe a Eloy para disfrutar de una cena en su día libre. Una casa oscura, sin ruidos… La desidia se refleja en la cara de Teresa, que explica a Eloy cómo “las casas que dan al exterior hay que empapelarlas”. Así recrea ‘El padre de Caín’ cómo eran las casas en el recinto acuartelado de Intxaurrondo, en la década de los 80. “Esta parte no te la cuentan en la academia” reflexiona Eloy.