Violeta y Conchita son dos jóvenes embarazadas que en los años 70 afrontan la maternidad en solitario: la primera, madre soltera, afronta la recta final de la gestación en Madrid en la casa de acogida de una congregación; y la segunda, en un piso-cuna de Bilbao gestionado por una mujer de la alta sociedad vasca. Cuando sus embarazos llegan a término ambas dan a luz en la misma clínica, donde les esperan Sor Eulalia y el doctor Mena, encargados de la unidad de neonatos y responsables de una trama de adopciones ilegales de bebés con ramificaciones por toda España.
Tras su ingreso en el centro hospitalario, Violeta y Conchita se convierten en las próximas víctimas y pierden sus bebés recién nacidos de distinta manera y en extrañas circunstancias. Esta tragedia marca irremediablemente sus vidas pero a pesar de ello, siempre mantienen viva la esperanza de volver a reencontrarse con sus bebés algún día.