Isabel está harta de que su hijo Sergio esté asustándole siempre, ya sea en casa o en el trabajo. Y es que madre e hijo se pasan el día pegados porque conviven en el mismo hogar y también trabajan juntos, por lo que las oportunidades nunca dejan de aparecer ante sus ojos.

Hoy ha sido ella quien ha decidido devolvérsela de una vez por todas delante de la audiencia de 'El diario de Jorge'. Todo está preparado, ¿conseguirá Isabel asustar a su hijo?

Cuando Sergio entra en el plató, no se imagina lo que va a suceder. El joven de 24 ha visto el programa y por las preguntas que le está haciendo Jorge Javier piensa que quizás la razón por la que está ahí es por sus 'rifirrafes' con su madre y no porque la misma está escondida debajo de una mesa aguardando su momento.

Él cuenta que de vez en cuando tiene algún que otro encontronazo con Isabel y que su padre tiene que mediar entre ellos alguna que otra vez. Sin embargo, no es nada serio porque asegura que los enfados no duran mucho tiempo ya que es su madre y no puede estar mal con ella.

Jorge Javier, sin que Sergio lo sepa, va introduciendo el tema por el que ha sido invitado al programa hablando de los sustos que le gusta darle a su madre. Y es que, según cuenta, su madre le dio permiso para pegarle todos los sustos que él quisiera. Sin embargo, cree que no debe excederse tanto: "Si yo le doy todos los sustos que quiero darle, me la cargo". Está tan seguro de ello porque una vez se puso una careta y esperó a que saliera de la ducha: "Lloró, pero llorar de llorar. Y se meó".

Jorge Javier detiene la conversación con Sergio y le informa de que está escuchando algo raro. Será por la tormenta que está cayendo en Madrid, señala, pero todo empieza a ser más siniestro cuando al ver que las luces del plató están parpadeando.

De repente, la mesa que se encontraba detrás de ellos se levanta y aparece 'sin ton ni son' un payaso de debajo de ella que se agarra a la chaqueta del joven. La reacción de Sergio no tiene desperdicio: se levanta de una gritando e intenta escapar del malévolo ser que está enganchado a él, arrastrándolo por el medio del plató.

Su madre se quita la máscara de payaso al ver que salían de los ojos de su hijo algunas lágrimas y se abrazan. ¡Isabel lo ha conseguido!