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Lola le pide por favor a su madre que deje de sentir celos por la pescadera: "Le gusta mi marido mucho"

Lola está preocupada porque sus padres discuten mucho. Su madre le echa en cara a su marido constantemente que habla mucho con chicas cuando sale a la compra, pero hay alguien en especial que tiene a Loli 'ojo avizor': la pescadera.

La razón por la que viene a 'El diario de Jorge' es para pedirle a su madre que no sea tan celosa y deje de llamar a Pepe cada 15 minutos cuando sale por la puerta de casa. Ellos no se esperan para nada que su hija sea quien les ha traído hasta aquí, ni si quiera cuando entran al plató y la ven sentada esperándoles. Así han reaccionado a la petición de Lola.

Le mira con "ojitos de rodaballo"

Su hija les comenta que está cansada de vivir algunas situaciones en casa y de que ella esté siempre en medio. "Pero, ¿yo cómo soy?", le pregunta Loli. Lo que no se esperaba era la respuesta que le iba a dar su hija: "Celosilla". Su madre niega que esto sea así incluso cuando Lola le señala que siempre está pendiente de él cuando sale de casa: "Porque está malo, se ha caído tres veces".

Pero esto no es a lo que se refiere su hija y Loli lo sabe, así que finalmente confiesa: "Le gusta mucho el palique. No soy embustera, yo digo la verdad". A su madre no le gusta que vaya solo porque "paliquea mucho con lo que se le presenta" pero no entiende por qué Lola le ha traído para esto: "Si me pinchan, no sangro".

Es Jorge Javier el encargado de sacar el tema de la pescadera preguntándole si le molesta que vaya a su establecimiento: "Claro que me molesta porque le gusta ir más a esa pescadería que a otras, si a mi me gusta el pescado de otra pescadería". Como dice el presentador, la pescadera mira con "ojitos de rodaballo" a su marido porque cuando ella pasa por la puerta nota algo sospechoso: "Me mira de reojo". Pepe no sabe dónde meterse: "Yo qué voy a hacer, si me mira qué le voy a hacer".

Y es que Loli confiesa que sigue muy enamorada de su marido pero cree que él ya no siente lo mismo. Sin embargo, lo único que ocurre según Pepe es que ya no es tan detallista porque ya no tiene 40 años. Así que, sin pensárselo dos veces, se lanza a darle un beso a su mujer.