Adelaida quiere recuperar la relación con su hijo Bruno. El pequeño se crio con unos padres separados y, cuando Adelaida vio que el niño se lo pasaba mejor con su padre los fines de semana, pensó que lo mejor era que se fuera a vivir con él. La custodia fue para el padre y nuestra invitada tuvo que conformarse con un régimen de visitas.
Adelaida tuvo otra hija y consiguió un trabajo ilegal por el cual acabó en prisión 9 meses. Tras recuperar la libertad, percibió que había perdido parte del cariño de sus hijos. Su segunda hija, Marta se queda embarazada y, tras una disputa Bruno le dice a su madre:
“No quiero saber nada de ti. Eres una verdulera y una mala persona. Es tu culpa que Marta esté embarazada porque no eres buena madre. Me abandonaste, no quiero saber nada de ti. Si algún día tengo hijos, no los vas ni a tocar”, le dijo. Desde entonces, no se hablan (aunque Adelaida sí que se ha reconciliado con su otra hija, Marta).
Una vez en plató, Adelaida le confiesa el motivo de este reencuentro: “Te he dicho muchas veces por escrito, intentando por teléfono, que quería volver a verte, de ejercer como madre. Siempre te he echado de menos. Me gustaría que fuéramos una madre y un hijo. Te juro que antes eras tú y sigues siendo tú, que estuviéramos como cuando eras pequeño. Todo lo que te prometí, te lo di”, es parte del mensaje de Adelaida a su hijo.
Adelaida le pregunta qué es lo que piensa de ella para que le esté dando continuamente plantones o no le conteste a los mensajes porque quiere hacer todo lo posible para remediarlo. Por su parte, Bruno desvela que, aunque su relación es fría, nunca la he rechazado. Recuerda con poco agrado el paso de su madre por prisión y reconoce que las cosas se empezaron a torcer en ese momento, aunque han sucedido más cosas entre ellos.
A la hora de analizar la relación, Bruno reconoce que Adelaida es una carga para él: “No ha hecho las cosas bien y, como no quiero rodearme de cosas que no hace las cosas bien… Si fuese una vez, vale. Pero son varias. Podemos empezar una relación, pero no como antes. No echo de menos a mi madre”, son parte de sus duras palabras. Bruno no se cierra a tener una relación cordial, pero sobre todo por el bien de su hija, pero que no se van a cenar juntos (por el momento).
Adelaida se derrumba al confesar que cree que su hijo le odia, pero le da un ultimátum: “Tengo fibromialgia. El día de mañana, no vengas a llorarme”, unas palabras que dejan tocado a Bruno. Él cree que estas palabras llegan tarde, pero debe decidir si retirar el sobre o no. ¿Se producirá el esperado reencuentro entre madre e hijo?