Alan es un chico que no lo ha tenido fácil ni en su casa ni en la sociedad. Su infancia transcurrió en Barcelona y lo que él recuerda no es precisamente feliz: “Mi madre me alejaba de todo el mundo, hasta cinco veces me cambió de colegio”.

Alan aún recuerda una dolorosísima frase que su padre solía decir: “Yo quería una niña pero salió un unicornio con cuerno”. Alan solo encontraba paz y tranquilidad en compañía de sus tíos y su prima, con quienes sentía que podía ser él mismo.

La familia de Alan decide mudarse a Alcoy y de esta manera nuestro invitado pierde por completo el contacto con sus familiares, algo que solo agrava la situación de malos tratos que vive durante años.

Con el paso del tiempo, siendo ya Alan adulto, conoce a un chico con el que decide casarse pero no por estar enamorado, si no por el hecho de estar esperando un hijo. Poco después, Alan entiende que debe comenzar su proceso de reasignación de género y ser de cara a los demás lo que él siempre ha sentido que es: un hombre.

Esperanzado, Alan consigue el teléfono de su prima Alicia, a la que tan unido estaba, para contarle que había comenzado su reasignación de género, pero recibe una respuesta que no esperaba.

Años más tarde, Alan se separa del padre de su hijo y toma la decisión de casarse consigo mismo, una celebración a la que no acude nadie de su familia. Ahora Alan viene a ‘Hay una cosa que te quiero decir’ porque quiere recuperar a su prima Alicia y contarle todo lo que ha pasado en su vida durante estos largos años.