Hacía más de ocho años que Sara no veía a su amiga Cristina. Fueron uña y carne durante media vida, pero su relación se fue desvaneciendo ante las continuas mudanzas de Cristina hasta llegar al punto de no hablarse. Ante esta situación, Sara decidía visitar 'El diario de Jorge' para recuperarla.
"Tengo una amiga de toda la vida y por circunstancias de la vida, no sé qué ha pasado, no sé nada de ella desde hace ocho años", le contaba a Jorge Javier explicándole que tenía ganas de descubrir qué habría provocado su separación.
Sara recuerda el inicio de su amistad con Cristina como una época preciosa: "La mejor de mi vida. Compartimos muchas primeras veces. Cuando nos conocimos yo tenía 12 años y ella 16". Ambas eran fans de Cindy Lauper y disfrutaban al máximo de su 'Girls just wanna have fun'.
Pero llegó un momento en el que sus caminos comenzaron a separarse: "Ella se fue a vivir a Tenerife con 21 años o así. Se quedó allí bastante, pero la relación continuaba. Luego volvió a Madrid, seguimos en contacto y volvemos a estar juntas como antiguamente. Pero se fue a Barcelona y nos empezamos a distanciar. Estoy desubicada, me falta algo que no sé qué es".
Por su parte, Cristina también recordaba su juventud con mucho cariño: "Yo me lo he pasado fenomenal. Salía como el camión de la basura, todos los días". Al descubrir que su amiga Sara era quien la había traído hasta aquí, contaba su historia: "Llevamos ocho años sin vernos, desde mi boda".
Finalmente, y tras esucuchar a ambas, el presentador daba paso a su reencuentro. Nada más verse, y con 'Girls just wanna have fun' de fondo, ambas se fundían en un intenso abrazo.
Sara le explicaba cómo se sentía desde hace años: "Yo he echado mucho de menos saber de ti, yo no me alejé por mi enfermedad. Yo no sé por qué pasó eso. En ningún momento he sabido el motivo. Llegué a borrar tu teléfono porque me sentía tu amiga de segundas".
Tras charlas unos minutos y entenderse, ambas celebraban el haberse reencontrado: "Esto es maravilloso", decía Cristina. "Yo estoy contenta", añadía Sara para, momentos después, volver a abrazarse.