Mónica, propietaria de una casa heredada en Palma de Mallorca, ha contado en 'TardeAR' el sinvivir por el que está atravesando en los últimos días después de que 6 okupas le amenazasen de muerte. Estos individuos llevaban algún tiempo viviendo en esta vivienda, pero el martes llegaron a un acuerdo con ellos para que se marchasen. Sin embargo, cuando acudió a limpiar el piso junto a otros dos amigos se encontró no solo con mucha destrucción y suciedad, sino también con amenazas y gritos diciéndole que les "iban a matar".
Ha narrado en 'TardeAR' la escena de pánico que le tocó vivir. De repente, les llamaron al timbre y empezaron a "aporrear la puerta". Con mucho miedo, llamaron a la policía y a emergencias para evitar que entrasen, a la vez que colocaban todos los muebles posibles para que no rompiesen la puerta. Pero, asombrosamente, lo consiguieron. "Partieron la puerta en dos", ha añadido señalándola en directo.
"Una vez dentro, recibimos amenazas de muerte, nos dijeron que no íbamos a salir vivos de aquí, que era o escapar o morir", ha compartido. Los agentes llegaron al domicilio, pero tanto ella como sus amigos estaban haciendo todo lo posible para salir de ahí cuanto antes.
Así que salieron por la ventana mientras seguían escuchando amenazas de muerte. No les quedaba otra opción, aunque ya habían sido agredidos. Tienen cortes por todas sus manos y sus rostros. Pero además, se le añade el miedo con el que están viviendo.
Justo antes de comenzar la entrevista con Mónica, hemos conocido que a estos 6 okupas se les ha puesto una orden de alejamiento contra el lugar tras haberse producido su detención cuando la propietaria y sus amigos escapaban de la vivienda.
De cualquier forma, Mónica denuncia el calvario que está sufriendo porque la vecina de su casa heredada es familiar de uno de los okupas. "Ella se disculpó conmigo por la situación por la que yo estaba pasando, ya que estaba en la calle hasta que unos amigos y vecinos me acogieron", cuenta.
Pero la misma vecina ayer salió de su casa para lanzarle "amenazas". "Nos dijo que nos iba a pegar martillazos en la cabeza", ha dicho.