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Del cambio de versión a los conflictos con su primer abogado: los puntos que podrían haber fallado en la defensa de Daniel Sancho

Aunque el abogado de Daniel Sancho, Marco García-Montes, se mostraba convencido de que no se podría mostrar la premeditación en el juicio contra Daniel Sancho por el asesinato y posterior descuartizamiento de Edwin Arrieta y sería condenado a unos ocho años de prisión, la sentencia para el español ha sido a cadena perpetua.

Tras la condena de Daniel Sancho se cuestiona el procedimiento jurídico que se ha llevado a cabo por esta parte

El abogado español se ha mostrado contento con la línea de defensa que han seguido, pero muchos son los que cuestionan el procedimiento jurídico que se ha llevado a cabo esta parte. Juango Ospina, abogado de la familia de Edwin Arrieta, ha advertido de que estos recursos pueden enfadar más al tribunal.

'Vamos a ver' ha analizado en directo cuáles pueden haber sido los puntos de la defensa que han podido fallar y que han llevado a Daniel Sancho a ser condenado a cadena perpetua.

La defensa de Daniel comenzó en Tailandia con su primer abogado, Kun Anan, que fue la única persona que pudo comprobar de primera mano cómo Sancho recibió la noticia de la detención y su posterior confesión.

Fue la esperanza desde el principio de la familia del reo español para que no fuese condenado a pena de muerte, pero poco después todo cambió de rumbo con la aparición de un nuevo equipo jurídico español, el de Marco García-Montes, con el que Kun Anan tuvo tensiones y discrepancias que llevaron a que el abogado tailandés dejase la defensa, criticando la nueva estrategia de Montes.

En este momento comenzó un periplo para encontrar un letrado tailandés que quisiera hacerse cargo del caso. Esta tarea no fue fácil y finalmente tuvieron que recurrir a un abogado de oficio que únicamente se dedicase a aplicar las consignas marcadas desde España.

Los cambios de versión de Daniel tampoco ayudaron en su defensa, pasando de reconocer el crimen a declararse inocente de la muerte de Edwin Arrieta. A partir de ese momento, Sancho se mantuvo firme en que fue una muerte accidental a raíz de una pelea.

Otro error pudo deberse a cómo se trató la información. La defensa de Sancho aseguraba que había un completo respeto por las diligencias policiales, pero también argumentaban que existían fallos e incongruencias en la investigación. Desde entonces la estrategia se centró en demostrar que no existió premeditación, algo que era difícil de probar.