Las bandas latinas arruinan la vida a miles de jóvenes en nuestro país. Muchos de ellos acuden en busca de la familia que no tienen o tras no ser aceptados por la sociedad, pero lo que realmente consiguen es meterse en un auténtico infierno del que pocos consiguen salir.
'Vamos a ver' ha entrevistado a dos expandilleros, los cuales lograron abandonar sus bandas gracias a su fuerza de voluntad, valentía y a la ayuda de una asociación católica. 'El Mecha' y Jeny han sido capaces de rehacer sus vidas, pero lo más normal es que su futuro sea el de la muerte y la violencia.
"Si formas parte de una banda latina acabas muerto o en prisión", ha comenzado a contar 'El Mecha'. Jeny, que se quedó embarazada con 14 años y el padre se desentendió, por lo que se vio obligada a abortar, nos cuenta cuál es el papel de las mujeres en estas bandas: "Entré con 12 años. El papel es ir a banda contraria a sacar información y llevar las armas porque casi nunca vienen mujeres policía", explica.
"He visto hasta a cinco chicos teniendo relaciones con una misma mujer a la vez. La mayoría de personas consumen droga y para formar parte de la banda te das cuenta de que terminas drogándote y matando", nos relata Jeny.
'El Mecha', que empezó a formar parte de la banda con 14 años, nos cuenta que para ser aceptado en ella tuvo que apuñalar a un chico para demostrar su valía. "Los que mandan son los reyes, gente que ya ha ejercido mucha violencia y han llegado a matar y a traficar con droga", explica.
Aunque 'El Mecha' prefiere no responder cuando Joaquín Prat le pregunta si ha matado, el expandillero explica cómo llegó a robar a su madre y a ejercer violencia hacia su propia familia.
"Yo sufrí bullying y pertenecer a la banda me hacía sentir fuerte y segura", nos explica Jeny. Esta joven relata cómo intento suicidarse hasta en cinco ocasiones cuando se quedó embarazada y su expareja se desentendió de ella: "Aborté en mi casa con pastillas y eso me dejó psicológicamente destruída", recuerda.