El equipo de investigación de ‘Vamos a ver’ muestra un operativo con 100 agentes al que acompañaron en busca de más miembros de las maras que se encuentran escondidos en algunas colonias.
El reportero comienza explicando que “era tal la sensación de seguridad en El Salvador que son incluso los vecinos los que se atreven a denunciar a estos grupos que se une junto al trabajo de la policía que permite que se realicen los dispositivos cómo los que presenciamos, se recorren las colonias y barrios para sacar a los pandilleros de sus escondites".
"Presenciamos un total de cuatro detenidos que intentaron escapar de los agentes. En estos barrios tan peligrosos donde han encontrado la calma, nos comentaban los vecinos que respiraban aliviados, que nunca pensaban que llegarían a tener hasta cero homicidios en un día pero también es cierto que aún las heridas que provocaron los grupos criminales aun siguen sin cicatrizar".
Una vecina del barrio comentaba que “Tenían que pasarles su mensualidad, si no los mataban. Les exigían dinero y si no lo dabas había consecuencias. Hubo tantos muertos…tantos jóvenes a los que les truncaron la vida". Además la vecina emocionada explicaba que “perder gente que uno conoció, que uno creció y ver que unos tomaron el camino que no era correcto…duele”.
“Había una señora de 86 años que lloraba porque su nieto estaba encarcelado por pertenecer a las maras y es mucho el dolor de estos familiares que sin formar parte de estos grupos están en peligro, les toca de cerca estar extorsionados, algún amigo asesinado", detalla Álvaro López.
En el reportaje, el reportero comenta que “El operativo se reúne previamente para preparar todo con una pantalla en la que salen cada uno de los pandilleros a los que van a buscar”. Por otro lado, se dirigen a la zona donde eligen las armas, más de 100 agentes armados donde reciben las directrices finales".
La policía entra en las colonias y piden la documentación para dar con los pandilleros, se encontraban escondidos porque alguien les alertaba de la presencia de la policía, el subcomisionado Diaz Rodríguez explica que “son miembros activos de la mara18, se les ha detectado fotografías, audios, certifican su pertenencia a esas estructuras”
Algunos de los objetivos que han cogido eran señalados y buscados previamente de la reunión donde se marcan las directrices. “El barrio de San Jacinto era hasta hace 5 años, un territorio hostil, es uno de los pocos que estaba compartido por las distintas maras, normalmente cada pandilla controla una colonia menos en esta. La gente que ha vivido aquí ha presenciado disparos casi todas las noches y la policía casi no podía ni entrar", explica Álvaro López.
Por ultimo el reportero comenta que "normalmente a los coches los paraban y les pedían el DNI y si pertenecían a algún barrio rival, aunque no tuvieras nada que ver, había asesinatos que afortunadamente ahora se han reducido a cero. Luci que es otra vecina que pagaba a las pandillas para que las maras la dejaran tranquila. Sufren no solo por los familiares sino porque muchas han caído en las redes de estas pandillas".