Piscinas, toboganes, discotecas, tiendas y hasta boleras. Hay quienes se ponen en lo peor y gracias a sus grandes fortunas ya han comenzado a construir búnkeres de lujo en vistas a un posible fin del mundo o a una Tercera Guerra Mundial.
Son muchos los millonarios que ya cuentan con búnkers en sus propias mansiones. Unos búnkeres a los que no les falta detalle. Además de disponer de puertas a prueba de bombas, cuentan, otras cosas, con salas de cine, boleras, chimeneas, salas secretas, spa y hasta simuladores de vuelo.
Construcciones inmensas con un claro propósito: seguridad y entretenimiento en caso de un nuevo conflicto bélico. Mark Zuckerberg, Tom Cruise, Donald Trump o Vladimir Putin, entre otros, ya cuentan con búnkeres de este estilo.
En nuestro país ya hay proyectos para su construcción. Se trata de alojamientos para hasta doce personas: cuatro habitaciones, baño y suite. La demanda de presupuestos de este tipo de refugio ha aumentado.