Una mujer de 64 años ha fallecido después de que en una clínica dental de Bailén se realizase ocho implantes en una sola operación. La intervención le provocó una gran hemorragia con la que terminó muriendo un mes después. La titular de la clínica donde se realizó la operación ha sido condenada a pagar 63.000 euros a su familia.
Emilia quería lucir una bonita sonrisa, aunque sus familiares nunca estuvieron de acuerdo con esa decisión porque su estado de salud era muy delicado y tomaba mucha medicación. El 19 de febrero de 2020, Emilia se sometía al tratamiento pagando una cantidad de casi 8.000 euros.
Los dentistas le pusieron cuatro implantes en la parte superior y otras cuatro piezas en la parte inferior de la boca. Emilia salió de la clínica sangrando y con un gran mareo. La familia intentó ponerse en contacto con los médico pero no hubo respuesta. Emilia fue hospitalizada y después de un mes murió por COVID-19 y por todas las complicaciones de la operación.
La protagonista de esta historia se llama Emilia, y su hija Juani Cuadrado ha explicado en 'TardeAR' la situación que ha tenido que vivir al ver perder a su madre en aquella clínica. Juani ha sido la encargada de hacer todo lo posible para que se hiciese justicia por el fallecimiento de su madre.
Juani ha comentado que la intervención de su madre no se tendría que haber hecho debido a sus problemas de salud: "Según los especialistas, para mi madre sí era una operación complicada y esa clínica no disponía de ese servicio para poder hacerlo... Mi madre tenía una serie de patologías y en principio debería de haber estado más controlada".
La presentadora de 'TardeAR' le ha preguntado si ella estaba de acuerdo con la operación. Juani lo ha negado inmediatamente y ha dado los motivos: "Más que nada porque era una persona diabética. Al final las madres son cabezonas y ella la boca la tenía mal, en el sentido de que con los dientes no podía comer".
Juani ha señalado que su madre estaba tomando medicinas por sus patologías antes de la operación de los implantes: "Ella tomaba medicación que necesitaba para su día a día". Por otro lado, ha cargado contra la clínica dental que realizó la intervención: "Nos dimos cuenta que esa persona no era maxilofacial".
Por último, ha indicado que ahora la familia y ella está feliz por ganar el juicio contra la clínica dental, pero la indemnización que se ha determinado le ha parecido muy pobre: "Muy escasa. Yo estoy contenta porque hemos ganado el juicio y se ha hecho la voluntad de mi madre. Lo que quiero es que esto no vuelva a suceder con más personas".