Carmen y Manuel son un matrimonio y ambos compartieron prisión tanto con Rosario Porto y como con Alfonso Basterra. A ella la definen como "manipuladora" y "caprichosa" y a él como un hombre con "dependencia emocional" de su mujer. Pero ¿Qué contaban de lo que le pasó a Asunta?
Carmen nos dice que cuando llegó Rosario Porto a la prisión, las internas "querían atacarla y agredirla" y tuvo que "refugiarse de alguna manera en enfermería". Allí fue donde la encontró, confesaba que la situación no le agradaba mucho pero le sorprendió: "Ella era súper correcta en ese sentido".
Eso sí, luego descubrió que era "manipuladora a más no poder", "egocéntrica" y "caprichosa": "Quería ser siempre el centro de atención, si no se hacía como ella quería o intentaba perjudicar de alguna manera o se iba llorando".
Pero además, cree que gozó de "privilegios": "Muchos, desde el contacto con el sacerdote, que ella cada semana se echaba la tarde entera, hasta funcionarios que le traían libros y revistas al módulo de enfermería". Pero además, estuvo destinada en un trabajo que siempre ocupaba hombres: "Cosas que no eran muy lógicas"
Precisamente en su puesto la conoció Manuel y es que era la encargada de darles los libros en la biblioteca y él estudiaba el bachillerato: "Al principio sí, muy correcta, muy servicial, pero después tenía que tener todo bajo control, se movía muy bien, era una persona muy egocéntrica".
Por su parte, Alfonso era el encargado de repartir libros no devueltos o periódicos entre los módulos y, según Manuel, no llegaba a entrar porque despertaba las reacciones negativas del resto de presos: "Se escuchaban insultos, es un tipo de delito que está muy mal visto en prisión y estás muy condicionado". Por eso, personas como él intentan hacer "pocos amigos" y era "muy reservado" porque esto le "facilita la supervivencia" en prisión.
Pero ¿Qué contaban ambos de lo que pasó con Asunta? Según Manuel, Basterra decía que las cosas "no se habían contado tal y como habían sucedido (...) Que no era el único culpable y básicamente era lo que decía pero siempre salía por la tangente y evitaba el tema". Eso sí, asegura que hablaba mucho de Rosario: "Era como si tuviese dependencia emocional con ella, la tiene idealizada".
Carmen narraba que cierto día, Rosario la llamó para ir a la sala de día y le habló del tema, algo que no solía hacer: "Tenía las fotos de la niña, de sus padres de y de Alfonso. Empezó a hablar un poco del tema, lo que yo no llevé muy bien, pero ella en todo momento dejó como caer que ella no creía que Alfonso hubiera sido pero que no podía poner la mano en el fuego por él". Eso sí, en todo momento habría dejado claro que ella no estuvo implicada: "Ella era inocentísima, una santa y el malo era el juez instructor del caso".
Precisamente Vázquez Taín estaba en el plató de 'TardeAR' y respondía: "Si habéis estado en Teixeiro conoceréis a mucha gente que ha tenido relación conmigo porque sois mi consecuencia y sabéis que no soy tan sanguinario ni tan mala persona".
Carmen asentía pero insistía en que Rosario tenía "obsesión" y "obcecación" con él: "Cada vez que salía por las mañanas con Ana Rosa, cuando era el aniversario, ella se ponía hasta roja de rabia".