La indignación de Ana Rosa Quintana con el caso las viviendas okupadas a pesar de tener una orden de derribo: “¿Qué quieren los okupas, que les indemnicen a ellos?”
11 viviendas tienen una orden de derribo, sus propietarios tienen que irse, pero no hay una orden contra los okupas
Los vecinos denuncian que están viviendo un infierno por culpa de los okupas, que llegaron apenas 4 horas después de que se marcharan los primeros
“Muchos de ellos se han ido pero a los okupas no hay orden de derribo, es que tiene mandanga”, se quejaba Ana Rosa Quintana
Los propietarios de estas 11 viviendas de Cantabria recibieron una orden de derribo y se vieron obligados a abandonar sus viviendas. Sin embargo, algunas de la casas fueron okupas y los vecinos que se quedaron a la espera de un nuevo hogar, sufren todo tipo de problemas que sorprendían a Ana Rosa Quintana.
Las quejas de los vecinos: “Lo peor de todo es que están entrando a robar a casas”
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Ahora, no derriban las viviendas porque están okupadas y el resto de vecinos se quejan tanto de suciedad como de conflictos con los okupas. 2Yo estoy sobresaltada diciendo entrarán o no, no me puedo quedar sola”, nos decía Pili, que vive “un infierno”: “No podemos vivir en estas condiciones”.
La noticia sorprendía a Ana Rosa Quintana, que decía: “Muchos de ellos se han ido pero a los okupas no hay orden de derribo, es que tiene mandanga”.
En directo, otra de las vecinas, Vitori, comentaba que los okupas empezaron a llegar apenas cuatro horas después de que se fueran los propietarios: “Al principio fue un sinvivir, había puñaladas… fue horroroso”.
“No se puede entender”, decía la presentadora tras escucharla y añadía: “Si la casas hay que derribarlas, unas personas han optado porque les den la indemnización y otras porque les den otra casa otra vivienda. Ahora le están condenando a vivir con indeseables que se pelean, que tiran las cosas ¿Qué culpa tienen ustedes? ¿Qué quieren los okupas, que les indemnicen a ellos?”, se preguntaba.
“Lo peor de todo es que están entrando a robar a casas”, respondía Vitori.