Es sin duda la noticia de la semana en la prensa del corazón: José María Almoguera y Paola Olmedo se separan tras algo menos de dos años como casados y con un hijo de apenas unos meses en común. El hijo mayor de Carmen Borrego y su mujer decidían poner fin a su historia de amor para sorpresa de muchos, ya que hace tan solo un par de meses se les veía felices en la casa que la familia Campos tiene en Málaga.
Tanto José María como Paola han tratado siempre de mantenerse en un discreto segundo plano porque, tal y como ellos reconocían, no les interesaba convertirse en personajes públicos. Pese a esta discreción, nuestro compañero Iván García lograba localizar a Paola Olmedo cerca de su negocio en el norte de Madrid y le formulaba varias preguntas sobre su ya confirmada ruptura.
Paola, muy seria pero amable en todo momento, le aseguraba al reportero que se encuentra bien y que prefería guardar silencio sobre las especulaciones que ya circulan sobre ellos.
Pese al secretismo que rodea a la separación, Leticia Requejo ha conseguido averiguar no solo el motivo por el que la pareja habría decidido poner punto y final a su relación, si no también cuál de ellos fue el que se decidió a pedir la separación:
"El divorcio no lo ha pedido ninguna de las dos partes pero la decisión de poner punto y final a la relación ha sido de Paola, ha dicho literalmente 'basta'. La pareja lleva meses rota y la convivencia ya era insostenible, hace un mes tuvieron una discusión que para ella fue determinante a la hora de pedirle a José María la separación. Me cuentan también que ya antes de la boda tenían problemas y que Jose ha hecho lo imposible para que no acabase la relación, pero que para Paola, a día de hoy, no hay nada que hacer, ella dice que las cosas entre ellos han cambiado y que no hay posibilidad de volver".
Según Leticia Requejo Paola tiene muy claro que no quiere volver con Jose y que "está cansada y las cosas para ella han cambiado". A la colaboradora de 'TardeAR' le desmienten que haya habido terceras personas o que haya sido por un problema de celos.