Hoy en 'TardeAR' se han investigado a las famosas fábricas textiles de la ciudad de Prato, en Italia, por realizar falsificaciones de lujo. Más de 500 fábricas se encuentran en esta ciudad textil de la Toscana a tan solo 3 kilómetros unas de otras. Las condiciones de los trabajadores son pésimas y rozan la esclavitud.
La periodista de investigación, Esther Sánchez ha explicado como se han originado estas fábricas: "A partir de los ochenta comenzaron a llegar ciudadanos chinos, hasta tal punto... que podemos decir que esa ciudad la gobiernan ellos". La periodista advierte que los productos que hacen estos ciudadanos chinos son perfectas y ha viajado hasta la ciudad para conocer más sobre el caso.
La periodista ha hablado con Marco Maccioni, policía de Prato, que ha explicado mejor el negocio de estas fábricas y ha enseñado como darse cuenta de estas falsificaciones: "La falsificación 'Versace' inmediatamente basta con leer en italiano, el truco, el engaño está en la fonética", ha aclarado el policía. Con un bolso de 'Louis Vuitton' también ha mostrado donde se puede ver que es falso: "Sobre todo esta parte de aquí de color amarillo".
El certificado de autenticidad de los objetos es otro ejemplo de que se tratan de falsificaciones. "Todo en chino", ha comentado el policía dando la vuelta al certificado. Las falsificaciones van más allá y en el reportaje se ha podido ver la diferencia de precios de las marcas reales a las falsificadas.
Los trabajadores de estas empresas trabajan sin luz natural y en un entorno mugriento. "En cuanto ven nuestros uniformes o coches de la policía dan la voz de alarma y en diez minutos todos han cerrado las puertas", ha explicado uno de los policías de la ciudad. "Trabajan de forma muy restringida, encerrados", ha comentado el policía sobre las condiciones laborales de los operarios.
Cuando el programa y la policía han entrado en las fábricas los trabajadores no han parado de coser porque trabajan por hora y no tienen un contrato, ni sueldo mensual. Los obreros ha asegurado que ni comen ni duermen en el local, sin embargo, hay sartenes con comida. "Esto está prohibido, no se puede comer mientras se trabaja", ha explicado el policía.
Las condiciones son antihigiénicas: "No pueden apreciar como huele", ha asegurado Esther Sánchez. Las marcas que hacen en esa fábrica son "made in Italy", sin embargo, son todo falsificaciones.