Débora compró unas pastillas para adelgazar, le prometían perder un kilo al día pero tuvo que ingresar en el hospital porque el medicamento le produjo arritmias y alucinaciones. Finalmente, descubrieron que entre los componentes de este medicamento retirado por sanidad está la pólvora.
Prometen resultados milagrosos. Se comercializan como suplemento alimenticio, pero incluye sibutramina, un principio activo reductor del apetito que, para conseguir este efecto, aumenta la presión sanguínea, lo que puede provocar dolores de cabeza, estreñimiento o insomnio.
Sanidad ha retirado estas vitaminas, pero siguen comercializándose y personas como Débora pueden acceder a ellas. Tiene 19 años, vio que una amiga había perdido 30 kilos y ella, en los primeros días, perdió peso pero empezó a notar efectos adversos muy pronto.
Llevaba siete días tomando las pastillas cuando tuvo que acudir a urgencias: “Sentía que me moría, que iba a perder la vida con las pastillas”. Y es que se sentía la boca seca o temblores: “Mi cuerpo me estaba avisando que no estaba bien”.
Es más, llegó a sufrir alucinaciones: “Vi a mi tío como una medusa, cuando me desperté notaba el pecho que me apretaba mucho y era que me estaba muriendo, empecé a decir ‘mamá, me muero’ y es que me estaba muriendo”.
Ya en urgencias, el equipo médico descubrió que había tomado un medicamento cuya venta estaba prohibida: “Alucinaron”. Es más, la policía investigó y vio que contenían pólvora: “Por eso era imposible bajarme las pulsaciones”.
Ana Rosa Quintana daba ánimos a Débora: “Tienes toda la vida por delante, eres guapísima, no hay que tener prisa, tú vas a tu médico y, poquito a poco, con un poco de ejercicio y la dieta, ya lo verás que lo consigues sin necesidad de estas cosas, porque milagritos no hay”.