Exclusiva | El testimonio de un hombre que asegura haber mantenido relaciones sexuales con el canónigo de Valencia: "Me dio 250 euros"
El asistente del canónigo asesinado en Valencia contó que recibía a chicos jóvenes en su casa
Juan es uno de ellos y nos cuenta que le convenció para ir a su casa
"A mí no me forzó nunca para nada", asegura Juan
Continúan las informaciones en torno al caso del canónigo hallado muerto en Valencia. Según su asistente, el clérigo habría recibido en su casa a varios chicos jóvenes, habitualmente sin recursos, y en 'TardeAR' hablamos con uno de ellos.
Juan es su nombre ficticio y nos cuenta que fueron amigos íntimos durante unos dos meses. Le conoció en la cafetería donde trabaja, local en el que el sacerdote era habitual y se forjó una relación de amistad hasta que dio un paso más.
MÁS
El Arzobispado de Valencia dice que apercibió al canónigo asesinado tras recibir “quejas” vecinales sobre las personas que le visitaban
Descubrimos el 'nidito de amor' del canónigo en El Perelló, según su asistente: "Iba con chicos sin recursos para mantener relaciones sexuales"
El chófer del cura asesinado en su casa de Valencia declara que tenía sexo con hombres vulnerables
"Él solía llegar a tomar café a y tuvo tres o cuatro intentos de acercarse a mí. Al final, se acercó y me comentó que si me quería ir con él a su casa", narraba Juan, explicando que se quedó "cortado", con lo que le dijo que no. Sin embargo, el sacerdote insistió días después: "Me dijo yo te voy a dar una habitación, total, que me convenció y me fui a su casa esa tarde con él". Y es que Juan se estaba alojando en un hostal, con lo que así se ahorraba el dinero del alojamiento si se quedaba con el sacerdote.
"Me dio 250 euros en efectivo"
Al llegar, le propuso que se duchara, él accedió, se puso un pijama del sacerdote y charlaron: "Empezó a tocarme y me dijo que si estaba a gusto que no me preocupara que esa noche, si me quería quedar ahí con él y le dije que sí".
Pero hay más y es que, a la mañana siguiente cuando se disponía a marcharse al trabajo, el canónigo le dio algo que no esperaba: "Eran 250 euros en efectivo".
"A mí no me forzó nunca para nada", decía Juan, que acudió más días a su casa y se percató de algo, como el hecho de que había muchas toallas, de 15 a 20, y cambios de artículos de higiene en la ducha: "Ahí entraba gente".