Hemos acompañado a Manuel Díaz ‘El Cordobés en su despedida a los ruedos. Un equipo de ‘TardeAR’ le entrevistaba mientras se vestía de luces y él nos contaba que hacía 30 años que hizo esa ceremonia por primera vez. El torero hacía balance de su lucha, nos contaba qué hizo después de su adiós y hacía un regalo a Ana Rosa Quintana.
“Ha llegado la hora y el momento de cosas nuevas, cerrar capítulos de la vida”, comentaba él, apuntando que cree que es “bonito” tener la capacidad de saber “cuándo hacerlo”. Para él, esto supone haber cumplido un propósito que tenía “muy marcado”.
Por teléfono, Manuel hablaba con su madre, que le decía que solo iba a ver el momento en que se cortara la coleta porque verle torear le pone “nerviosa”.
En el ruedo, su padre le cortó la coleta, un momento muy emotivo dado que padre e hijo se han acercado hace muy poco tiempo tras una vida entera de lucha por parte de Manuel.
El plató de ‘TardeaR’ le aplaudía y él confesaba que había sido “difícil” pero que para él, su “lucha” ha valido la pena: “Me comprometí a buscar una verdad, la verdad de una madre y me aferré a eso. Que esto haya terminado de esta manera, con ese reconocimiento, sobre todo a mi madre, es lo que más me llena de tranquilidad”.
Hay algo que no pudimos ver y es que, después de todo, Manuel pidió a su gente y a su familia que le dejaran a solas: “Después de terminar mi etapa como torero, me quedo 10 minutos solo, lo empecé solo y lo terminaba solo”.
Pero además, Manuel tenía algo que quería dar a Ana Rosa Quintana. Se trata de algo que llevaba en su traje el día de su adiós: “Esto es un macho de mi traje de luces, el último traje que me puse y quiero regalártelo en agradecimiento a cómo eres”.
“Esto es una joya”, decía ella y él quería decirle algo: “Fuiste una de esas personas que me abrió la mano y creyó en mi palabra, para mí era muy importante que alguien me creyera”.