Las imágenes son escalofriantes. Una niña pega a otra, le propina tirones de pelo, puñetazos, la lanza contra un coche, la arrastra por el suelo… Y, mientras tanto, se escucha cómo quienes graban y ven la escena dicen “¡Mátala!” o piden que le dé “patadas”. La madre de esta menor nos contaba en directo en ‘TardeAR’ que tras denunciar tuvieron ir a urgencias con la niña porque sufría dolores en el cuello y la cabeza y la enviaron a casa con un tratamiento: “Esta nerviosa, humillada y se siente que es la culpable”.
Antes, la niña no había sufrido ningún tipo de bullying y todo empezó hace tan solo dos semanas, cuando empezó el curso. Antes de lo ocurrido, su hija ya le dijo que le habían amenazado y que la habían insultado: “Me dicen que soy muy fea, que tengo las patas muy largas”.
De hecho, ya hubo un enfrentamiento tras el que la tutora las separó: “Mi hija me lo dijo y me quedé más calmada porque sabía que había hablado con una tutora”. Sin embargo, se repitió y fue aún peor.
El día de la agresión, alguien avisó a su hija de lo que iba a suceder, ella no se lo creyó, pero la agresión finalmente se produjo. Su hija no le quiso decir nada cuando la recogió, pero luego se dio cuenta de lo que había pasado, vio sus heridas y se fueron a comisaría. Ya en el camino vio los vídeos de lo que había pasado: “Empecé a temblar, me empezaron a salir ronchones”.
Le recomendaron que acudiera a un pediatra, pero no podían asistir por el estado de su hija y fue el SAMUR el que se desplazó hasta allí, también con una psicóloga que estuvo dos horas con ella: “Nos aconsejaron que mi hija iba a necesitar que la viera un profesional”.
También se ha reunido con el director del centro, que le ha animado, le ha dicho que lo van a investigar y le ha comunicado que se activa el protocolo por acoso escolar: “Le he dicho que si la niña agresora sigue viniendo al instituto, sigue yendo, mi hija no quiere ir y yo no la dejo”.