Tadeo te descubre el Museo de América
telecinco.es
20/10/201300:06 h.Una de sus misiones es transmitir del conocimiento de América a través de los aportes científicos de las propias culturas americanas y de las investigaciones generadas a partir de los grandes viajes de exploración y de las rutas de navegación abiertas para la comunicación intercontinental hasta la actualidad
Tiene su origen en las colecciones reales, que fueron incorporadas al Real Gabinete de Historia Natural, creado en el siglo XVIII, y al que fueron a parar tanto las piezas procedentes de las primeras excavaciones realizadas en el continente americano, como las traídas a España por los navegantes de las grandes expediciones científicas que se llevaron a cabo en ese siglo.
La momia
Hoy en día la ciencia avanza aplicando nuevas tecnologías al conocimiento que se genera en el Museo de América.
Como por ejemplo, con la momia. Una gran expedición conocida como Comisión Científica del Pacífico, recorrió tierras americanas entre 1862 y 1865, recogiendo materiales para museos españoles. Entre ellos, esta momia peruana a la que se le han realizado análisis radiológicos para ver en su interior. Contiene el cuerpo flexionado de un individuo y parte de su ajuar.
El cuerpo está formado por tejidos y fibra de algodón cruda en diferentes capas. Gruesas sogas formadas por haces de múltiples hilos de algodón, salen del interior del fardo atravesando la tela exterior, por el centro del bulto, que servirían para moverlo o colocarlo en la tumba. Han podido ser identificados diez tejidos formando parte de esta momia.
Los estudios científicos siguen realizándose sobre las colecciones del Museo, tanto estudios radiológicos, como análisis de contenidos, o de muestras, como los realizados en esta pintura "Vista de la entrada en la ciudad de Quito de las tropas españolas..." fechado en 1809 o sobre el "tesoro de los Quimbayas", procedente de Colombia y fechado en el siglo V.
Más de 20.000 objetos en sus colecciones
Para cumplir con estos objetivos, el Museo de América se vale de los más de 20.000 objetos que forman sus colecciones y que permiten conocer las primeras excavaciones realizadas en América, como la llevada a cabo en la ciudad maya de Palenque (México) a finales del siglo XVIII por el capitán Antonio del Río o la impulsada por el obispo Baltasar Martínez Compañón en el yacimiento moche-chimú de Chan Chan (Perú).
Con estos objetos, se han realizado estudios arqueológicos sobre los sistemas de enterramiento, las estructuras políticas, el aprovechamiento del medio para la producción de alimentos, la extracción y aleación de los metales, la aplicación de la astronomía...
Al mismo tiempo, los materiales reunidos por los grandes viajes de exploración, como el dirigido por Alejandro Malaspina durante el siglo XVIII, o la llamada Expedición al Pacífico durante el siglo XIX, permitieron la clasificación de numerosas nuevas especies minerales, vegetales y animales e importantes avances de la cartografía.
Conocimiento científico
Las antiguas culturas americanas desarrollaron un conocimiento científico comparable al de las otras grandes civilizaciones del planeta. Como los saberes matemáticos y astronómicos. Así, los mayas conocieron el valor matemático del 0, podían predecir eclipses, fenómenos climatológicos, como el fenómeno de "El Niño" en el caso de Perú, desarrollaron sistemas de cálculo y escritura, así como conocimiento botánicos con fines medicinales.
Ese conocimiento llega a nosotros a través de los objetos y productos reunidos por los miembros de las expediciones científicas desarrolladas sobre todo en los siglos XVIII y XIX. La recogida y transporte de las piezas constituía una auténtica aventura. Los viajeros, además de ejercitarse en los campos más diversos del conocimiento, debían sortear toda clase de peligros y enfermedades, hasta llegar a su destino. Se trataba de gente intrépida y valiente, deseosa de contribuir con sus viajes al progreso del conocimiento universal.
Uno de estos objetos expuestos es el Códice Trocortesiano. Sólo se conservan tres códices mayas en el mundo. Se trata de un libro que se plegaba en forma de biombo y con una extensión de más de 100 hojas pintadas por ambas caras. Los códices recogían fechas calendáricas, o acontecimientos astronómicos, o hechos históricos. Otro es un Glifos (vaso), pues la escritura maya se utilizaba también en la cerámica, para describir al personaje o la escena representada y en ocasiones, la propia firma del artista.
También se puede ver la Estela de Madrid Maya. En realidad, esta placa tallada corresponde a uno de los pies que sostenían el trono del rey Pakal, hacia el año 650 d.C., de la ciudad maya de Palenque, recogida de la ciudad en ruinas por Antonio del Río (siglo XVIII). El visitante al museo se puede sorprender además con una canoa de más de ocho metros realizada con el tronco de un árbol en una sola pieza y que es una de las embarcaciones utilizadas por los expedicionarios de la Comisión Científica del Pacífico para realizar el denominado "Gran Viaje" que consistió en el descenso por los ríos Negro y Amazonas en 1865.
Destaca asimismo la figura de ancestro Chimú, tallada en madera y recogida por la expedición científica del Pacífico. Otro objeto de interés es el amuleto (pato) Tlingit. Es un patito de marfil que es la obra etnográfica más antigua de la que consta documentación escrita en el Museo de América. Este pequeño amuleto fue recogido en 1774 en la expedición española a Nootka dirigida por Juan Pérez.
Por último, en el museo hay amplia información sobre la Expedición del siglo XVIII de Alejandro Malaspina, quien inició en 1788 una expedición político-científica alrededor del mundo, una auténtica "vuelta al mundo" que duró bastante más de 80 días. Visitaron las costas del pacífico americano, hasta Alaska. Atravesando el océano, llegaron a Filipinas y recorrieron las islas del Pacífico, recogiendo información y objetos vinculados con diferentes intereses, desde la minería hasta la zoología y la botánica, pasando también por aspectos culturales, costumbres e información etnográfica.