Alejandro e Ignacio han pasado unos días juntos en Playa Paraíso. Así lo decidió la audiencia, que votó para que fuera Ignacio y no su novia, Tania, quien acompañara a Alejandro en su nueva recompensa. El andaluz reaccionó protagonizando un tremendo cabreo.
Su relación con el primo del rey no comenzó con buen pie y la decisión de la audiencia le llegó como un jarro de agua fría. Pero, ante todo pronóstico, ambos han protagonizado un inesperado acercamiento y han decidido empezar de cero.
Tanto ha mejorado su relación, que Ignacio ha cumplido su mayor deseo en Honduras gracias a los consejos de Alejandro: pescar su primer pez. "Te lo dedico, mi hermanita, te amo".
Pero, a pesar del buen rollo entre ellos, su estancia en Playa Paraíso no ha sido nada fácil. Rubén ha acabado con la paciencia de los dos supervivientes, haciendo que Ignacio estallara por primera vez en lo que va de concurso.
Sus continuas exigencias con la comida han ido poniéndoles cada vez más nerviosos. Todo trueque le parecía poco, y Alejandro e Ignacio no sabían qué más ofrecerle: "O te tranquilizas o te quedas sin nada. No me comas el coco. Yo vengo aquí a estar guay, no a estar a expensas de ti. Te he dicho que sí, que te voy a café, que te voy a dar cocido, que te voy a dar pasta, carajo", le decía Alejandro.
Ignacio también ha explotado. Y lo ha hecho en varias ocasiones: mientras trataba de hacer fuego, cuando Rubén repetía continuamente lo mismo, a la hora de pescar... "¡Deja de quejarte por todo, me estás enervando!", le decía en las aguas de Playa Paraíso.
"No se puede hablar con él, hemos intentado colaborar, pero esto ha sido un coñ*** y un estrés, no hemos podido estar tranquilos", valoraba el más joven de la edición. "De verdad, vete para tu sitio. Toma y adiós, no quiero que estés aquí", finiquitaba Alejandro su última discusión.