Marta Peñate es una auténtica montaña rusa. Tan pronto asegura estar plenamente feliz en la isla, como cuenta los días que faltan para que la aventura termine. Pero lo cierto es que la canaria pone todo su empeño y ha encontrado el truco perfecto para despertarse con alegría.
Ante la mirada atenta de Desy, Marta intentaba abrir un coco mientras enumeraba todo aquello que no le gusta del día a día en Honduras: "El agua del coco, los mosquitos, quitarme los cangrejos con las manos... Estoy hasta los huev** de todo", maldecía. "¡Qué horror, qué ganas de volver a la normalidad!".
En pleno momento de angustia existencial, Marta se acordaba de todos los exconcursantes que le habían hablado de cómo sería su experiencia en la isla: "Todos me decían: 'Es una experiencia única, te va a encantar', a tomar por c*. A mí me dicen de repetir y salgo por patas".
Hablando de cocos y con uno entre las manos, Marta caía en la cuenta de que le pueden aportar algo más nutrientes. Eso sí, antes servía un vasito de caldo a cada uno de sus compañeros y se lo entregaba con el más dulce tono de voz: "Para que os despertéis con alegría".
Después de haberse paseado por la orilla repartiendo sus mejores deseos, la canaria encontraba la mejor manera de desahogarse: "Soy tan feliz en esta isla", decía mientras golpeaba insistente y fuertemente un coco con una piedra. "Tan feliz, tan feliz, tan feliz", repetía cada vez que le propinaba un nuevo golpe.
Así hasta que se quedaba plenamente a gusto y lanzaba un bonito pero irónico mensaje: "Soy súper feliz, me encanta esta isla. Se lo recomiendo a toda la gente, que se venga una semanita a disfrutar del paraíso".