Alejandro Albalá ha estado en 'Supervivientes: Conexión Honduras' como último expulsado del reality. Durante más de tres meses, el concursante ha podido cumplir el sueño que tenía pendiente desde hace años. Él se ha mostrado orgulloso de lo que ha hecho, pero también ha tenido que responder a las críticas y a las acusaciones de "vago".
Para Alejandro, durante el realitity ha sufrido un acoso y derribo. Cree que sus compañeros no han parado de meterse con él, en especial Tom Brusse y Gianmarco Onestini, y que estaban demasiado pendientes de lo que hacían.
Pero el momento más emotivo de la visita de Alejandro Albalá en el plató fue cuando su madre, Paz Guerra, y su hermana, Marta, entraron por sorpresa. Habían viajado desde Santander durante horas para poder recibirle con un gran abrazo. Tal eran las ganas que tenían de ver al exconcursante, que Paz no se percató de un desnivel y protagonizó una accidentada caída, aunque salió ilesa.
Paz Guerra aprovechó además para destacar la nobleza de Alejandro y su "gran capacidad para perdonar". "Eso te hace grande", le dijo a su hijo haciendo que éste se emocionase.