Los supervivientes llevan quince semanas en los Cayos Cochinos pasando todo tipo de calamidades. Y, sobre todo, mucha hambre. Por eso las pruebas de recompensa son una oportunidad enorme para ellos para obtener alimentos más allá de las raciones semanales que tienen.
En esta ocasión han sido Lola, Tom Brusse y Gianmarco Onestini los que consiguieron una recompensa tremenda: poder darse una ducha; dormir en una cama con sábanas y almohada; y comer un suculento banquete.
En 'Supervivientes: Conexión Honduras' vivíamos un divertido momentazo al ver cómo los concursantes reaccionaban al disfrutar de su premio.
Por otra parte, en Cayo Paloma Melyssa se vino abajo un momento en el que pensó que el aceite se iba a acabar. La concursante está muy concienciada con el racionar y con el no volver a pasar hambre.