Con forme pasan las semanas, los supervivientes tienen cada vez más hambre y se encuentran más cansados. Por eso se dejan la piel en los juegos de recompensa para intentar calmar sus hambrientos estómagos. Esta semana, los concursantes han tenido que desenterrar unas gigantescas piezas de puzle, transportarlas hasta una base y conseguir armar la estructura. Su premio sería una deliciosa lasagna.
Los participantes del reality han hecho todo lo posible, pero finalmente solo han conseguido la mitad del plato italiano. Elena y Ana María, encargadas de ordenar las piezas, han estallado tras no cumplir su objetivo. De camino a donde se encontraban el resto de sus compañeros, han empezado a empujarse y a lanzarse reproches. "Es que Ana es muy burra y yo no tengo fuerza", se quejaba la madre de Adara. "Pues si soy un poco burra pero tengo fuerza para levantar las piezas", ha respondido la diseñadora.
"¿Y qué quieres si no doy más?", ha roto a llorar Elena. Al instante, ambas se han fundido en un cálido abrazo al que se han unido el resto de concursantes.
Finalmente, el programa ha dejado que los habitantes de honduras disfruten de la lasagna entera tras finalizar el puzle a pesar de haberse terminado el tiempo.