Carlos Lozano se ha mirado en el espejo tras haber perdido 13'5 kilos en su aventura hondureña. El presentador alucinaba con su aspecto "faquir", con la delgadez de sus piernas y con los cuelgues de su tripa. También ha podido hablar con su madre, Manoli, que por primera vez ha hablado en televisión para decirle a su hijo lo orgulloso que está de él.