Bea ha sido la primera expulsada de 'Supervivientes 2020'. La exconcursante cree que su fallo en el reality ha sido estar perdida: "Me he sentido muy perdida en este concurso así que supongo que la gente tampoco me habrá encontrado", le explicaba a Jordi González en 'Supervivientes: Conexión Honduras'.
No obstante, se lleva el grato recuerdo de las estrellas y los atardeceres en Honduras, aunque le hubiera gustado "ser capaz de meter la cabeza debajo del agua".
Bea se ha mirado en directo por primera vez al espejo tras estas semanas en Los Cayos. La exsuperviviente se ha visto con tipazo pero se horrorizaba al ver cómo estaban sus cejas y un granito en la cara.
"Me veo las piernas muy finas. Y mi cara... Tengo las cejas como dos gatos tumbados. Y el grano que estaba deseando vérmelo. Yo me veo como para llegar a Madrid y genial", decía.
Eso sí, se ha quedado muy sorprendida al saber que ha perdido 3,8 kilos en la isla.
En la pasada gala del jueves, la audiencia decidió que Bea no se salvase del destierro y, posteriormente, que no participase más en 'Supervivientes'.
Bea llegó a Playa Desvalida tras no ser salvada junto con Antonio Pavón. Allí tuvo que enfrentarse a Antonio, Vicky y Yiya en la expulsión final.
Al saber que su aventura no iba a continuar, Bea no se deprimió sino que le pidió a su madre de comprase "mucho chocolate" y a la organización que por favor le diesen de cenar una hamburguesa.