Todo comenzaba por un cangrejo. El animal pellizcaba a Ana María Aldón lanzando ésta un sonoro chillido en Cayo Paloma. La primera en ir a socorrerla fue Yiya, quien al enterarse de lo que había pasado comenzaba a vacilarla.
"Cada vez que pegas un chillido de esos pienso que viene tu marido. Un día va a venir y no te voy a creer. El día que te pase algo o que aparezca tu marido en pelotas, no acudiré", le aseguraba. "Con mi marido en pelotas no chillo, tengo familia", respondía Ana María muy pícara.
Este fue el inicio de una conversación que pronto llegaría a más y más. Por un lado, Ana María se picaba con Yiya y ambas empezaban a hablar de lo que habían 'comido' en sus vidas y de las preferencias en cuanto a los hombres. ¡Yiya llegaba incluso a preguntarle por la anatomía de Ortega Cano! Ana María, sin entrar en detalles, le aseguraba que estaba "muy contenta".
"Queremos tener otro niño. Pero si no lo tenemos a la vuelta de 'Supervivientes', no lo vamos a tener después. Aunque mi marido tiene una puntería...", dejaba caer también Ana María.
Después se unieron Ivana y Fani a la conversación. Yiya les puso al día de todo lo que había contado Ana María y añadía: "¡Si últimamente te va más el pescado!", le decía a su compañera. Ana María en seguida lo negaba pero Ivana confirmaba la teoría de Yiya: "Tú a mí me has metido mano con los mortales", soltaba.
Ana María ha explicado que se trata de un gesto cariñoso y revelaba que, en todo caso, se fijaría antes en Fani por sus glúteos. Las cuatro se reían también de una anécdota en la que Ana María estaba soñando con Ortega Cano y se acercó dormida a Fani pensando que se trataba de él. "Fui a cogerle pensando que era él y cuando me giré vi dos pechos, me equivoqué de pleno", relataba a sus compañeras partida de risa.