Carlos Sebera conectaba con Lara Álvarez nada más comenzar ‘Supervivientes: Tierra de Nadie’. La presentadora desde Cayos Cochinos presentaba la prueba de recompensa donde las dos cicas elegidas por cada equipo, Olga y Melyssa, iban a “volar” para intentar encestar unas pelotas que contenían puntos.
“Un juego de recompensa durísimo al que se van a enfrentar los supervivientes”, advertía Lara. Olga y Melyssa, situadas en una especie de balancín, tenían que ser impulsadas los dos compañeros del equipo para poder encestar las pelotas.
Los supervivientes acabaron exhaustos, en especial Alejandro Albalá, que apenas podía levantarse de la arena. Lara tuvo que interrumpir un momento el programa para atender, junto a varios compañeros, a Alejandro que se veía incapaz de continuar.