Hemos vivido una de las galas de ‘Superviventes: Tierra de nadie’ más emocionantes desde que comenzó el concurso. Tanto es así, que los concursantes han pasado por diferentes estados: han llorado, han reído y se han emocionado casi a partes iguales.
En concreto, Aurah Ruiz nunca olvidará la gala de hoy. La participante comenzaba el programa derrumbándose durante la prueba de recompensa al ser eliminada y perder la oportunidad de probar una deliciosa tarta de queso.
Unos minutos más tarde, Aurah se subía al puente de las emociones de 'Supervivientes' en el que recordaba los duros momentos que pasó durante la enfermedad de su hijo: "Lo que más me ha dolido en mi vida es ser madre. Ser madre y no serlo cómo de verdad lo tenía que haber sido. Estar un año en un hospital viendo cosas muy fuertes de mi primer y único hijo. Es el dolor más grande que he sentido en toda mi vida”.
Tras su paso por el puente de las emociones y haber soltado todo lo que llevaba dentro, a Aurah le esperaba otra oportunidad para lograr conseguir una recompensa, pero le iba a tocar elegir. Laura Madrueño ha comenzado enseñándole a la concursante lo que podía lograr, comer una enorme hamburguesa junto a sus patatas fritas tamaño XXL o una carta de Jesé, su pareja sentimental y padre de su hijo.
Con mucha rabia y tras unos minutos de reflexión, la concursante se dirigía a Jesé: "Bebé tengo mucha hambre. Te amo y solo quiero salir de aquí para abrazarte y estar contigo, pero tengo mucha hambre, perdóname". Después de disculparse con su pareja por no elegir la carta que la había enviado, decidía escoger y comerse la enorme hamburguesa que le había preparado el programa.