Manuel, marido de Blanca Manchón, está en Honduras. Pero no está en Honduras por cualquier cosa, sino por una en concreta: darle una sorpresa tremenda a Blanca Manchón. La windsurfista olímpica fue expulsada el pasado jueves y se le ofreció una oportunidad más de volver a concursar tras la vacante que dejó libre la expulsión disciplinaria de Ángel Cristo. Pues bien, desde entonces se encuentra en Playa Olimpo realizando misiones y sin que sus compañeros sepan nada sobre ella. Algo que no resulta nada fácil, puesto que se encuentra completamente sola.
Carlos Sobera conectaba con el novio de Blanca al principio del programa: "Estoy expectante, como buen soldado obediente", bromeaba Manuel, para posteriormente asegurar que se encontraba "nervioso". El presentador le preguntaba si estaría dispuesto a "esconderse", con la finalidad de que a Blanca le pillase totalmente desprevenido la visita de su novio. Manuel no lo dudaba: "Sí".
Blanca Manchón se montaba en la barca dirección Playa Corintio para 'supuestamente' coger todos los recursos que pudiera en un tiempo límite y llevárselos a su playa. Lo que no se imaginaba es que allí le esperaba Manuel... ¡enterrado en la arena! Al verle, la alegría de la deportista era total, desenterrando a su novio y dándole un fuerte y emotivo abrazo. "¡No me lo creo!", exclamaba Blanca, emocionada y sin dar crédito a lo que veían sus ojos.
"Esto es la felicidad y mi felicidad la tengo aquí", confesaba Blanca Manchón. "Esto es muy fuerte", añadía. Carlos Sobera le informaba a la concursante que afrontaría el siguiente reto junto a la ayuda de Manuel.
En el reencuentro de Blanca con su marido, Manuel, no todo han sido besos y abrazos.
La pareja ha tenido que enfrentarse a un complicado juego: tenían que aguantar agarrados en unas ruedas colocadas en el mar y en movimiento. Para que Blanca consiguiera fuego debían superar la marca anterior de la deportista, que era de 8:28, pero no han sido capaces.
Sin embargo, a Blanca no le ha importado mucho no ganar la prueba, pues estaba pletórica de ver a su marido: "Me da igual el fuego, le quiero a él".
Blanca y Manuel no podían seguir más contentos de reencontrarse en la playas de Honduras y Carlos Sobera les ha hecho una proposición para la que, por supuesto, han tenido un "sí" por respuesta: "¿Que os parecería pasar una romántica noche juntos en esa playa desierta los dos solitos?"