Aurah Ruiz sufrió un percance en una de las pruebas de 'Supervivientes' por la que tuvo que ser evacuada. Tras meses en el reality, el concurso de la superviviente se vio en serios problemas por su contusión. Afortunadamente, todo quedó en susto y Aurah regresó a la convivencia. En estos días tan complicados para ella, la concursante ha recibido en persona todo el apoyo de su padre, que la visitó en Honduras.
Aurah conoció en 'Supervivientes: Conexión Honduras' su parte médico final con Sandra Barneda, que le comunicó que podía volver a la playa tras comprobar que su golpe no había tenido "ninguna repercusión ósea ni visceral" y por su buena respuesta al tratamiento. "Estoy contenta, quiero hacer las pruebas, quiero recuperarme totalmente. Estoy dispuesta a llegar a la final, a terminar con lo que empecé y estoy contenta con el resultado que me han dado", reaccionó la concursante.
Cuando Aurah regresó a la convivencia, se enteró que estaba nominada por sus compañeros; pero por otra parte también recibió una bonita sorpresa para festejar el 'Día de la madre'. La superviviente vio un vídeo de su hijo con el que no pudo evitar llorar desde el primer momento. También leyó una carta y expresaba emocionada cómo se había sentido al respecto.
No obstante, a pesar de su felicidad, el hecho de recibir noticias de sus allegados hizo que Aurah Ruiz sacase su mente fuera del reality. Con ello, sufrió un angustioso ataque de ansiedad en el que todos sus compañeros se vieron implicados intentando calmarla. La concursante llegó a amenazar con abandonar el concurso.
Casi a punto de terminar la gala, Aurah era convocada a una de las playas, donde la esperaba Laura Madrueño para realizar un juego. En el mismo encontró varios objetos que su familia le había mandado, entre ellos una camiseta con una foto de su hijo y de su pareja, Jesé Rodríguez. Después leyó una carta donde se le daba la pista de que su padre, Eugenio, estaba allí.
Aurah se fue corriendo a la barca a abrazarle y posteriormente su padre dedicó unas palabras de agradecimiento al equipo médico, a la organización y a Laura Madrueño por cómo habían tratado a su hija ante su aparatosa caída.
En el reencuentro, vimos las lágrimas de Arantxa del Sol y, más tarde, más colaboradores confesaron que también habían llorando.