Laura Matamoros se rompe al leer una de las cartas que ha dejado escritas a sus hijos: "Pienso en vosotros cada minuto"

  • Laura Matamoros ha dejado escritas diecisiete cartas para que les lean a sus hijos mientras está en Honduras

  • Laura Matamoros, emocionada: "Tengo un nudo en el estómago y estoy llorando cada dos minutos"

  • La concursante de 'Supervivientes', a sus hijos: "Quiero deciros que pienso en vosotros cada minuto que paso en estas playas"

Laura Matamoros lleva una semana en ‘Supervivientes’ y nos está regalando grandes momentos durante su experiencia. Ya la hemos visto saltar del helicóptero y reírse a carcajadas con las bromas de Kiko Jiménez.

Pero eso no es todo, también se ha reencontrado en Playa Limbo con Lorena Morlote, con la que tenía alguna que otra cuenta pendiente, y parece que entre ellas ha surgido una conexión inesperada que podría no hacer ninguna gracia a Makoke.

La hermana de Diego Matamoros está disfrutando al máximo de la experiencia, pero no puede evitar acordarse de las dos personas de las que ha tenido que despedirse en Madrid para poner rumbo a Honduras: sus pequeños.

Hace unos días que tuvo que decir adiós a sus hijos y, sabiendo que va a estar separada de ellos durante varias semanas, quiso dejarles escritas diecisiete cartas para que se las lean los que se han quedado a cargo de ellos, como si fuera ella la que se las envía desde los Cayos Cochinos.

Este domingo, cuando se cumplían los primeros siete días de Laura Matamoros en el reality show, sus pequeños pudieron leer la carta que escribió la concursante en primer lugar y que ha sido publicada en sus redes sociales para que la puedan escuchar sus seguidores.

La primera carta de Laura Matamoros a sus hijos

La que ahora se ha reconciliado en los Cayos Cochinos con Lorena Morlote dejó un vídeo grabado para que lo publicaran quienes ahora llevan sus redes sociales. Unas imágenes en las que leía la primera carta que dejó escrita para sus hijos.

Muy emocionada y al borde de la lágrima, Laura Matamoros se preparaba, bolígrafo en mano, para empezar a redactar las primeras líneas: “Tengo un nudo en el estómago y estoy llorando cada dos minutos”, decía, antes de empezar a escribir.

“Voy a escribir diecisiete cartas para que cada semana se las hagan llegar y se la lean tanto a Matías como al bebé (..) Las voy a escribir para que sientan que están un poco más en contacto conmigo”, apuntaba.

“Queridos Matías y bebé, estoy muy contenta de poderos hacer llegar esta carta. No viene desde una botella de cristal desde el mar, pero sí viene con un mensaje muy importante. Esta semana que hemos estado en los cayos, he intentado hacer fuego con mis propias manos y, también, he intentado pescar, pero esto no es lo más importante, he podido disfrutar de la naturaleza desde Honduras”, empezaba diciendo.

“Estoy muy bien y muy contenta, sabiendo que os estáis portando increíblemente bien, que Mati está leyendo esta carta y que me está mandando toda la fuerza del mundo, que yo esto lo siento también. Igual de orgullosa que estoy de vosotros dos, lo tenéis que estar de mamá, que, seguro, ha pescado ya un pez en vuestro honor”, continuaba.

“Cada vez que pesque, os lo voy a dedicar como tú haces en tus entrenos de golf, cuando me dedicas un buen swing. ¿Hacemos una apuesta, Mati? ¿Cuántos peces crees que he pescado? Quiero deciros que pienso en vosotros cada minuto que paso en estas playas y que tengo lo mejor del planeta, que sois vosotros. Por cierto, ya veréis como vuelvo hecha una sirenita”, decía para cerrar la carta.