La última experiencia submarina de nuestros supervivientes ha sido de lo más intensa. Tras más de cien días Honduras, llegaba el momento de despedirse. Los concursantes abandonaban la playa y, con ella, las aguas del Caribe. Y, como no podía ser de otra manera, se lanzaron por última vez al mar.
El Pirata Morgan les dejaba un pergamino en la orilla: "Es hora de que os divirtáis todos juntos y disfrutéis por última vez este mar que tantas alegrías os ha dado". Junto al pergamino, gafas de buceo para todos.
"Qué pena, quiero acordarme de todos los corales, de todos los peces de colores, de todo. Que se quede grabado en mi cabeza para siempre, por favor", deseaba Adara. Todos juntos corrían hasta el agua y empezaban a disfrutar de la belleza del fondo marino por última vez: "Adiós, pececitos. Gracias por alimentarnos. Gracias, corales preciosos, agua cristalina. ¡Os queremos! Gracias por tantos colores, por tanta preciosidad. Me da pena, no quiero llorar", decía nuevamente Adara.
"No ver esto por las mañana no va a ser lo mismo, ¿eh? La primera vez que vine aquí y vi esa parte dije: ojalá algún día pisara esa playa, porque es preciosa", añadía Asraf. "Y lo hemos hecho", decía Artùr. "Increíble, voy a dejar parte de mi corazón aquí". Los supervivientes se lanzaban entonces por última vez desde las rocas.