Bosco pescó in extremis un gran centollo. Pero lo que podría haber sido una alegría para el grupo de supervivientes acabó sembrando la discordia. Las cámaras pillaron a Bosco confesando a Diego que no quería compartirlo con todo el grupo y, aunque posteriormente lo hizo, su grupo acabó partiéndolo de manera no equitativa, así que Alma Bollo estalló al intuir lo que estaba pasando.
"Yo el centollo si no lo ven estos cuatro no me importaría", le dijo Bosco a Diego. Su compañero coincidió con él y cuando regresaron con su grupo más afín, Ginés separó parte del centollo para meterlo en una cazuela con la ayuda de Raquel Arias. Después, aconsejaron a Bosco que llevase el resto del gran cangrejo al otro grupo para hacerles ver que no se podía extraer mucho más.
Así lo hacía Bosco, que le comentaba a Alma Bollo y a Manuel Cortés que iba a meter esa parte del cangrejo en la cazuela para dar sabor al caldo. "¿Pero por qué no al caldo del de todos?", se cuestionaba Alma. "¿Para qué vienes a ofrecerme un centollo a decirme que te lo vas a echar en tu caldo?", se quejó después en confianza con Jonan Wiergo.
Alma Bollo estaba dispuesta a no dejarlo ahí. Así que se levantó y fue hacia el grupo para revisar qué estaban haciendo y mostrar su enfado. "¡Se va acercando la final! Se os está viendo el plumero", le dijo a sus compañeros. Además, le dijo a Diego que se sentía muy decepcionada con su actitud y más para con su hermano.
Tras la bronca, Alma, Adara, Asraf, Manuel y Jonan comieron en primer lugar; y después llegó el festín que tenían reservado Bosco, Ginés, Diego y Raquel Arias.