Después de perder el duelo contra Nacho Palau, Anabel Pantoja es la nueva expulsada de ‘Supervivientes’. La sobrina de Isabel Pantoja ha podido volver a disfrutar de las comodidades de la vida cotidiana.
Antes de nada, Anabel ha pasado por el mítico espejo de Honduras en el que ha descubierto su nuevo aspecto. "Me parezco a mi madre", ha dicho nada más verse. Además, la ex superviviente ha descubierto que ha perdido un total de 13,5kg durante su aventura en el concurso. Y ha podido comprobar en su ropa su cambio físico, ya que sus pantalones ya lo le quedan bien. También ha podido comprobar después de cepillarse, que se le está empezando a caer el pelo: "Me hago mayor", ha señalado.
Anabel ha entrado en el baño y se ha quedado sin palabras. La ex superviviente iba a disfrutar de su primer baño y ha podido saciar la necesidad que tenía de lavarse el pelo. Anabel ha ido directamente a la ducha, donde ha resaltado las heridas que tiene en las rodillas y la "mierda" que estaba soltando por el cuerpo. "Hoy quiero confesar que voy a darme una ducha", ha cantado Anabel.
La ex superviviente ha alucinado con toda la comida que el equipo de 'Supervivientes' le tenía preparado para su primer desayuno. "No me lo puedo creer", ha señalado al ver el chocolate en la mesa.
"Llevo una persona dentro que se llame Anabel y no puede dejar de comer", ha dicho mientras se llevaba a la boca todo lo que había en el banquete. Anabel tiene claro que este manjar lo compartiría con su "nene", refiriéndose a Yulen. Pero también ha confesado que no compartiría su desayuno ni con Ignacio de Borbón ni con Nacho Palau.
Mientras se comía los dulces con chocolate, Anabel no ha podido evitar expresar lo mucho que le gusta y lo echaba de menos. "Esto es un coito", ha dicho refiriéndose al placer que le da comer chocolate.