Ana Luque que se ha convertido en la última expulsada de ‘Supervivientes’, tras enfrentarse en las nominaciones a Ignacio de Borbón y Alejandro Nieto. Antes de dejar Honduras atrás, la concursante empieza a disfrutar de los pequeños placeres de la vida cotidiana como la comida.
En su primera merienda, la de Torremolinos ha degustado uno de sus platos favoritos, la tortilla de patata y no ha dudado en crear una canción dedicada a la misma, "me lo quiero comer todo". Entre bocado y bocado ha hecho un repaso de su concurso y se ha dado cuenta de que han sido muchos los momentos felices.
Ana Luque recuerda con mucho cariño “cuando gané la prueba de líder fue super emotivo para mí, cuando vino mi marido después de dos meses también”. No solo eso, de esta “experiencia única” se queda con “bañarme en esas playas” y “el primer día que pesqué”.
Después de manejarse en distintos ámbitos de la supervivencia, la concursante va a cambiar de costumbres y se va a lanzar a los fogones, “cuando llegué a casa voy a hacer de comer. Voy a ser un crack. Es la primera vez en mi vida que me apetece cocinar”.
Durante su participación en ‘Supervivientes’ reconoce que se ha superado en muchas cosas, “en supervivencia, en compañerismo, en mí misma, en ser otra mujer nueva, vino una Ana Luque y vuelve a España otra Ana Luque”. Además, no se ha olvidado de toda la gente que no ha parado de mostrar su apoyo, “gracias por haber confiado en mí”.
A pesar de no estar ya con sus compañeros, la malagueña no podía despedirse sin reclamar su última recompensa al pirata Morgan. Tras recibir su cacao con una amplia sonrisa, “con lo que yo deseaba esto durante los tres meses”, se inventa una nueva canción para este manjar.
En su primera llegada a un baño normal, la malagueña se queda perpleja, “madre mía un baño con váter, sin hacer pipi en una letrina”. Llega el momento de meterse a la ducha y Ana Luque ha olvidado hasta cómo funciona, “no me lo creo, yo ya no sé ni abrir”. Cuando el agua empieza a tocar su cuerpo no puede evitar decir “que gustazo” y arrancarse a cantar. Además, se ha dado cuenta del mal estado en el que se encuentra su pelo, “madre, qué de mierda, me quedo calva, necesito un peluquero, ¡Lara ven a pelarme!”.