Los supervivientes se jugaban una recompensa de lo más sabrosa: una auténtica cena mexicana esperaba a los ganadores de la nueva prueba, ‘Marionetas en la cuerda’. Para ello, y antes de establecerse los equipos, todos los concursantes se han tenido que poner de acuerdo para decidir quién sería la marioneta para ambos grupos. Ana Luque ha sido la elegida.
Ha sido precisamente la malagueña quien ha decidido los grupos. Anabel, Yulen y Alejandro por un lado; Kiko, Nacho e Ignacio por otro. Ella sería la marioneta en ambas rondas. El primer grupo se preparaba y disputaba el juego. Su estrategia les ha llevado a completar la prueba en un tiempo de 4:40.
Llegado el turno del segundo grupo, el formado por Kiko, Nacho e Ignacio, ocurría algo inesperado. Palau daba la voz de alarma cuando apenas habían transcurrido unos segundos de prueba: “No puedo, no puedo”.
Ignacio trataba de seguir por todos los medios, pero Nacho y Kiko decidían parar el juego y darlo por perdido: “El otro día me golpeé en las costillas y no puedo hacerlo”.
La rendición de su equipo provocaba la desesperación de Ignacio, que se dirigía al resto de sus compañeros absolutamente indignado. Alejandro les reprochaba no haberlo intentado de alguna manera: “Nosotros la hemos cogido Yulen y yo solos”.
Su reacción ha desembocado en un tenso encontronazo con Ignacio, al que el andaluz se ha referido como “tonto poll**”. Su objetivo era el de animarle a buscar una manera de poder disputar la prueba, pero el insulto ha hecho estallar a Ignacio: “¡Te callas la boca!”.
Su discusión ha ido ‘in crescendo’. Tanto, que Carlos Sobera ha tenido que intervenir para pedir que se calmaran. Lara Álvarez tomaba también la palabra para mediar entre los supervivientes. Alejandro se disculpaba con Ignacio, aunque seguían sin entenderse.
Los ganadores se disponían a disfrutar de su recompensa. La presentadora se acercaba a a Ignacio: “Tengo mucha hambre”, decía prácticamente entre lágrimas. De repente, y para su sorpresa, Alejandro se acercaba hasta él con un trozo de su recompensa en las manos: “No han dicho nada de compartir, toma. Lo siento, ‘picha”.