Nuestros supervivientes se han enfrentado a un clásico en el programa: 'El puente de las emociones'. Mariana Rodríguez se ha dejado el alma en cada peldaño y se ha abierto como nunca antes. La primera palabra a la que ha tenido que enfrentarse ha sido Soledad:
"La soledad son doce años desde que emigré de mi país, por sacrificio, de no tener una familia propia, de estar sola, por luchar, pro llevar una familia adelante. Emigrar no es fácil, es una de las cosas más difíciles que hay", asegura. "Hablas con tu madre y le dices que está todo bien, cuando realmente estás deprimida". La siguiente palabra ha sido Envidia:
"La envidia siempre la he sufrido. Nunca he sido alguien de muchas amigas. Las personas que me han llamado hermana me han dado la cuchillada más grande. Me han traicionado. En mi propia familia ha habido personas con envidia. Es la vida porque si no lo aceptas no avanzas", reflexionaba la modelo. "Estoy tan acostumbrada a que me traicionen…Es como si fuera normal".
El momento más triste de la noche ha llegado cuando Mariana ha pisado el peldaño del Dolor. La superviviente ha hablado sin tapujos sobre los problemas que hubo en su familia: "El dolor de mis padres, de dejarlos, de tener un papá que fue siempre muy agresivo, muy duro. Lamento tanto su forma de ser, pero espero que sea feliz y que cambie de verdad, desde su corazón. El dolor también de mi madre, de tantas cosas que tuvo que pasar en su vida", ha confesado entre lágrimas.
"Estoy tratando de perdonarlo y creo que lo estoy haciendo pero no del todo. Cuando era niña tenía mucho miedo, cualquier cosa que me decía me hacía temblar. Ahora me he dado cuenta de que soy muy dura con él. Todavía tengo que trabajar el perdón hacia él", contaba la venezolana rompiendo a llorar.