Sara Carbonero habría sido acusada de intrusismo por atreverse a probar como actriz de doblaje en una de los próximos estrenos de animación. Tal y como explica Lorenzo Beteta, actor de doblaje, que personajes famosos se dediquen a doblar películas es provocar un gran daño a la profesión: "Esto provoca que cualquier persona crea que lo puede hacer".
Beteta también asegura que personas como Sara Carbonero cobrarían mucho más dinero por el trabajo que los verdaderos actores de doblaje, haciendo con esto un grave perjuicio a la profesión. Las redes sociales también se han pronunciado contra la labor de Sara en esta película: "Otra película estropeada por personajes famosos que no tienen ni idea de esta profesión".
Sara por su parte, se mostraba emocionaba al contar la noticia: "Estoy feliz por esta oportunidad, es un proyecto que me llena y que me hace salir de mi zona de confort", algo que hizo estallar aún más a los usuarios de las redes: "No pienso ver ni una sola película que esté doblada por influencers".